martes, 22 de enero de 2013

Tanto capullo y tan pocas balas; chantaje emocional


*Pubicación primera quincena de Enero en el periódico el Gratis







HABLANDO EN PLATA

Tanto capullo y tan pocas balas; chantaje emocional

Muchos de vosotros lo estaréis sufriendo...a la par que muchos de vosotros lo estaréis ejerciendo, por lo que a los del segundo grupo os digo que sois unos canallas y unos roñas.
Probablemente si sois chantajistas no os daréis por aludidos, ya que el chantajista emocional no se ve de esa manera, se ve como víctima y actúa como tal.
Ergo que el chantajista se considera víctima, su discurso estará lleno de convicción y de emotividad, lo cual, confundirá y convencerá al chantajeado para así salir siempre triunfante con sus deseos.

Respetando profundamente los estudios llevados por los psicólogos, y con mayor rigor que mis teorías, más callejeras, quiero exponer algunos tipos de chantajistas emocionales, que todos conoceréis y detectareis sin la necesidad de un psicoanalista.



Tipos de chantajistas emocionales a evitar:

-El depresivo: Te dice que no quiere darte pena, pero con la incongruencia de un lamento, una mueca de tristeza o una lagrimilla. Con voz quebradiza, sus deseos son cumplidos gracias a la estrategia de dar pena.

-El hipersensible: Siempre se siente ofendido y agraviado por ti.
Siempre le duelen tus palabras, tus acciones, la manera de llevar tu vida, hagas lo que hagas dañas sus sentimientos. La víctima se creerá el maquiavélico juego y se disculpará ante la “ofensa” cediendo ante las necesidades del “llorica”.

-El dependiente: Por enfermedad, o por paro o por cualquier otro motivo, el chantajista siente un gran arraigo hacia el chantajeado. Para ser “chantajista dependiente” se ha tenido que tener una relación más estrecha:  matrimonio, padres con hijos, hijos con padres, amistades antaño muy unidas...
Este tipo de “maquiavelo” siempre estará recordando lo mal que está, física o anímicamente. Siempre reprochará que no se le hace suficiente caso, siempre dirá que no puede valerse por sí mismo ( tampoco lo intentará y se atrofiará aún más, volviéndose cada vez más dependiente)
y tendrá rasgos comunes con el siguiente tipo, que es de los peores:

-El autocastigador: Esta técnica es realmente una rabieta de bebé enmascarada.
Necesita llamar la atención y AUTOSATISFACCIÓN. Si no se cumple con sus demandas, amenazará con autolesionarse o con quitarse la vida, todo esto, acompañado de mucho lloriqueo y dramatismo. La víctima, alarmada por la integridad física del “autocastigador” cederá y se exclavizará, creyéndose el culpable del dolor del chantajista.

-El castigador: Hace un chantaje frontal.
Si no cumples con lo que quiere, te retirará cualquier beneficio que obtengas de esa relación, ya sea beneficio material, económico o emocional.


Todas estas conductas de manipulación son muy sutiles, siendo algunas similares al maltrato psicológico.
El chantajista maneja la mente del chantajeado con una conducta manipuladora.
Aunque te haga sentir fundamental en su vida, en realidad sólo le interesan sus necesidades y estas están por encima de cualquier cosa. Las consecuencias que nos pueden traer estas necesidades a nosotros, no son de su interés.
El chantajista emocional nunca hace favores, ya que siempre tendrá alguna excusa, estará o ocupado o impedido.

Así termina el chantajeado


Puede ser que se intente hablar con la “persona abatida” para intentar ayudarla a través de consejos o de un diálogo consensuado, pero eso es imposible porque o no te dejarán hablar o harán como que te escuchan, pero no te están prestando ni pizca de atención. Están demasiado ensimismados.
Tampoco le interesan tus problemas.

Yo no puedo dar consejos sobre cómo eludir estas conductas o reconducir las relaciones con estos “vampiros emocionales” sólo os los enumero porque algunos los he visto de lejos, de otros me han hablado, otros los he tenido que aguantar a motu proprio y también he leído sobre el tema...
Sólo os diría que el chantaje emocional es una mala costumbre, un vicio cochino que se debe erradicar no cediendo a las plegarias u obligaciones impuestas por el chantajista.
Es la única manera de que tengan que encontrar recursos para volver a ser más autosuficientes.
De esta manera les hacemos un favor.

Kris.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario